Reseña: Green Lantern [Alberto Calvo]

Tras casi dos meses de retraso las distribuidoras de nuestro país decidieron que ya nos merecíamos Green Lantern. Lo único que no sé todavía es exactamente que hicimos para merecérnosla.

Aparentemente en DC Comics y en su empresa madre, Warner Bros., estaban un tanto preocupades de que Marvel y sus asociados les estuviesen comiendo el mandado en lo que se refiere a adaptaciones cinematográficas. El éxito de las películas de su competencia, incluyendo la eventual creación de Marvel Entertainment y Marvel Studios, terminó por convencerlos de que necesitaban ofrecer una respuesta y hacerlo pronto.

Así nació DC Entertainment, empresa dedicada al desarrollo de las propiedades de DC Comics para su adaptación a otros medios, principalmente cine y televisión.

Lamentablemente la nueva empresa no parece haber tenido un comienzo prometedor. Green Lantern es su tercera producción, sumándose a dos películas de bajo presupuesto estrenadas el año pasado, The Losers y Jonah Hex. Tomando en cuenta que solamente The Losers, una película divertida pero sin mayores pretensiones -aquí mi reseña- y con un presupuesto de solo 25 millones de dólares (poco comparado con los más de 200 invertidos en GL), ha sido capaz de recuperar su presupuesto en la taquilla, supongo que es justo asumir que algo están haciendo mal.

Green Lantern está basada en el comic del mismo nombre y cuenta la historia de Hal Jordan (Ryan Reynolds), el primer ser humano en ser elegido para formar parte del Green Lantern Corps, una antigua organización intergaláctica que, para fines prácticos, funciona como una especie de policía espacial, dedicada a salvaguardar el orden y proteger a los habitantes de distintos mundos a lo largo y ancho de la galaxia y fundada milenios atrás por los Guardianes del Universo.

Jordan es un piloto de pruebas para Ferris Aircraft, empresa de desarrollo tecnológico en el terreno de la aviación con esperanzas de adquirir un jugoso contrato con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Tom Kalmaku (Taika Waititi), su mejor amigo, trabaja como ingeniero en la empresa y Carol Ferris (Blake Lively), la hija del dueño, tuvo una relación con él tiempo atrás. Su vida gira alrededor de los aviones, pero incluso ahí tiene problemas debido a su actitud arrogante e irresponsable.


Cuando Abin Sur (Temuera Morrison), un miembro del Green Lantern Corps, es fatalmente herido en combate con el enemigo más grande de esa organización, pone rumbo a la Tierra para buscar un reemplazo adecuado para ocupar su lugar entre los protectores intergalácticos. El anillo selecciona a Jordan, quien no tiene idea de la aventura en que su vida se va a convertir.

La película no es tan mala como se pudiese pensar al leer o escuchar muchas de las críticas en su contra. De hecho hay cosas que hace bastante bien, como resumir en unos cuantos minutos la historia, naturaleza y composición del Green Lantern Corps y establecer su forma de trabajar. Lamentablemente el guión carece de un rumbo determinado y por momentos la historia parece dar giros sin sentido en busca de una resolución.

Quizás el problema más grande sea la falta de caracterización. Tal pareciera que la intención fuera poner gran cantidad de personajes del comic en pantalla a fin de atraer la simpatía de los fans, pero si ese fue el caso se incurrió en el error de convertir todas esas apariciones en cameos extendidos, sin dar ninguna oportunidad a los actores seleccionados de trabajar un poco para desarrollar a sus personajes.

Esto resulta peculiarmente lamentable tomando en cuenta la cantidad de actores talentosos y experimentados que integran el elenco de soporte de la película: Michael Clarke Duncan, Geoffrey Rush, Angela Bassett, Tim Robbins, Peter Sarsgaard y Clancy Brown. El mismo Reynolds hace un gran trabajo con lo poco que le da el guión y consigue hacer de Hal Jordan un personaje interesante y simpático, aún cuando no tiene suficiente profundidad.

Su química con Blake Lively es muy buena, pero a los guionistas nunca les pareció importante trabajar sobre la relación entre Carol y Hal, por lo que sus escenas juntos son breves y contadas. El guión está lleno de oportunidades desperdiciadas, estando entre las más notorias el explorar las relaciones padre/hijo tanto de Hal, como del senador Hammond (Robbins) y su hijo Hector (Sarsgaard).


Creo que un mejor trabajo en el cuarto de edición pudo haber ayudado a mejorar el ritmo de la película, que por momentos es tan lento que no dudo que haya quienes la encuentren aburrida, pero es un hecho que el problema es el guión. Escenas innecesarias, cameos sobreextendidos, innecesaria presentación de personajes que no aportan al desarrollo de la trama, y una horrible y mal pensada pelea final, son demasiados errores como para creer que el Director's Cut ya anunciado para el DVD y Blu-ray pueda corregirlos todos.

Recomendada solo para fans del personaje o gente con nada mejor que hacer con dos horas de su vida.

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