Reseña: Wonder Woman #1
por Esteban Pedreros
Guión: Brian Azzarello.
Dibujos: Cliff Chiang.
Color: Matthew Wilson.
Rótulos: Jared K. Fletcher.
Editores: Chris Conroy (Asociado) y Matt Idelson.
Editorial: DC Comics.
Portada: Cliff Chiang.
Fecha de Publicación: 21 de Septiembre de 2011.
Entre muchas otras cosas con las que no estuve de acuerdo, Brian Azzarello dijo algo que parece bastante cierto: No existe realmente una trinidad icónica conformada por Superman, Batman y Wonder Woman en el Universo DC. Es Superman, Batman y todos los demás.
Si bien puede sonar un poco extraño que el guionista desmitifique un poco al personaje que va a escribir (para ser honestos, es de las cosas menos polémicas que dijo Azzarello en las últimas semanas), creo que es bastante acertado. Wonder Woman tiene más peso en la cultura popular que dentro de los cómics, donde rara vez se ha caracterizado por ser un personaje superventas (¿recuerdan el último spin-off de Wonder Woman?, yo tampoco). Mi relación con el personaje es mínima, debo haber leído 50 cómics de Wonder Woman como mucho y siempre me ha parecido que el mayor problema del personaje es la dificultad para empatizar con ella, porque si bien la mitología griega es interesante, a la vez dista de ser algo con lo que uno pueda identificarse.
En mi memoria hay tres etapas de Wonder Woman que me han gustado y todas ellas brevemente debido a mi falta de interés por el personaje: El relanzamiento de George Pérez de 1987, la etapa de Greg Rucka y la etapa de Gail Simone... habrá que agregar una cuarta.
Como comentaba en un episodio de nuestro Podcast, Azzarello no me da confianza escribiendo superhéroes porque siento que es un género al que no le tiene mucho cariño. Acá tal vez lo que le atraiga sea la mitología griega porque da la sensación de que se tomó en serio su trabajo y decidió quemar las naves, entregando un nuevo enfoque de Wonder Woman como lo que debe ser: una guerrera Amazona.
Aparentemente estamos al borde del nacimiento de un Nuevo Orden en el Olimpo... Zeus se encuentra desaparecido y sus hijos luchan por el control del trono, al menos podemos ver a uno de los interesados, que debiera tratarse de Apolo, a menos que mi lectura haya sido completamente incorrecta. Paralelamente conocemos a una mujer llamada Zola, quien es el objeto de la ira de uno de los dioses quien ha enviado asesinos nitológicos a acabar con ella, pero cuenta con la protección de Hermes y la improvisada asistencia de Wonder Woman, quien hace su aparición cuando el Dios mensajero parece verse sobrepasado por los atacantes.
El dibujo de Cliff Chiang es muy bueno, pero es bastante distinto del estilo prolijo y de líneas gruesas que venía mostrando últimamente. Aquí opta por un estilo bastante más duro que da la impresión de estar acabado a través de fuertes brochazos de tinta... sea cual sea el método empleado la intención es clara, se trata de una historia dura y el énfasis está en la faceta guerrera de Wonder Woman, no en dibujarla como una fantasía sexual para quinceañeros (sin olvidar su belleza, por supuesto) y queda claro, a través de las escenas de acción que pueblan la revista, que Diana es una guerrera fuerte, capaz y aguerrida y que Zola cuenta con una protectora que hará que el trabajo de deshacerse de ella se torne bastante complejo.
Aún tengo algunas dudas con esta serie, pero nada tienen que ver con el excelente trabajo de guión y dibujo que puede disfrutarse en éste primer número, sino con la flexibilidad que tenga el personaje para ser reinterpretado de una forma que resulte atractiva para un público masivo (para mi, en realidad). La forma en que Azzarello integra a los Olímpicos dentro del Universo DC me recuerda un poco la película "Percy Jackson & The Olympians: The Lightning Thief". Esto lo digo sin dosis alguna de ironía (la película, a pesar de Columbus, es bastante entretenida y recomendable para su público objetivo), y en el sentido que si bien los Olímpicos han cedido su lugar de preminencia en el culto popular, siguen presentes en la vida diaria de la humanidad y podrías tropezarte con ellos un día cualquiera, lo que resulta bastante interesante, sobre todo si de pronto nos enteramos de que tienen más presencia de la que podríamos haber imaginado.
En definitiva Wonder Woman por Azarello y Chiang es un cómic absolutamente respetable y disfrutable infinitamente superior a lo que sea que haya tenido planificado Straczynski antes de abandonar el bote, por lo que a pesar de la inmediatez del relanzamiento, a poco más de un año del mediático relanzamiento anterior, la reinterpretación se agradece... y mucho. Recomendada.
Calificación:
Guión: Brian Azzarello.
Dibujos: Cliff Chiang.
Color: Matthew Wilson.
Rótulos: Jared K. Fletcher.
Editores: Chris Conroy (Asociado) y Matt Idelson.
Editorial: DC Comics.
Portada: Cliff Chiang.
Fecha de Publicación: 21 de Septiembre de 2011.
Entre muchas otras cosas con las que no estuve de acuerdo, Brian Azzarello dijo algo que parece bastante cierto: No existe realmente una trinidad icónica conformada por Superman, Batman y Wonder Woman en el Universo DC. Es Superman, Batman y todos los demás.
Si bien puede sonar un poco extraño que el guionista desmitifique un poco al personaje que va a escribir (para ser honestos, es de las cosas menos polémicas que dijo Azzarello en las últimas semanas), creo que es bastante acertado. Wonder Woman tiene más peso en la cultura popular que dentro de los cómics, donde rara vez se ha caracterizado por ser un personaje superventas (¿recuerdan el último spin-off de Wonder Woman?, yo tampoco). Mi relación con el personaje es mínima, debo haber leído 50 cómics de Wonder Woman como mucho y siempre me ha parecido que el mayor problema del personaje es la dificultad para empatizar con ella, porque si bien la mitología griega es interesante, a la vez dista de ser algo con lo que uno pueda identificarse.
En mi memoria hay tres etapas de Wonder Woman que me han gustado y todas ellas brevemente debido a mi falta de interés por el personaje: El relanzamiento de George Pérez de 1987, la etapa de Greg Rucka y la etapa de Gail Simone... habrá que agregar una cuarta.
Como comentaba en un episodio de nuestro Podcast, Azzarello no me da confianza escribiendo superhéroes porque siento que es un género al que no le tiene mucho cariño. Acá tal vez lo que le atraiga sea la mitología griega porque da la sensación de que se tomó en serio su trabajo y decidió quemar las naves, entregando un nuevo enfoque de Wonder Woman como lo que debe ser: una guerrera Amazona.
Aparentemente estamos al borde del nacimiento de un Nuevo Orden en el Olimpo... Zeus se encuentra desaparecido y sus hijos luchan por el control del trono, al menos podemos ver a uno de los interesados, que debiera tratarse de Apolo, a menos que mi lectura haya sido completamente incorrecta. Paralelamente conocemos a una mujer llamada Zola, quien es el objeto de la ira de uno de los dioses quien ha enviado asesinos nitológicos a acabar con ella, pero cuenta con la protección de Hermes y la improvisada asistencia de Wonder Woman, quien hace su aparición cuando el Dios mensajero parece verse sobrepasado por los atacantes.
El dibujo de Cliff Chiang es muy bueno, pero es bastante distinto del estilo prolijo y de líneas gruesas que venía mostrando últimamente. Aquí opta por un estilo bastante más duro que da la impresión de estar acabado a través de fuertes brochazos de tinta... sea cual sea el método empleado la intención es clara, se trata de una historia dura y el énfasis está en la faceta guerrera de Wonder Woman, no en dibujarla como una fantasía sexual para quinceañeros (sin olvidar su belleza, por supuesto) y queda claro, a través de las escenas de acción que pueblan la revista, que Diana es una guerrera fuerte, capaz y aguerrida y que Zola cuenta con una protectora que hará que el trabajo de deshacerse de ella se torne bastante complejo.
Aún tengo algunas dudas con esta serie, pero nada tienen que ver con el excelente trabajo de guión y dibujo que puede disfrutarse en éste primer número, sino con la flexibilidad que tenga el personaje para ser reinterpretado de una forma que resulte atractiva para un público masivo (para mi, en realidad). La forma en que Azzarello integra a los Olímpicos dentro del Universo DC me recuerda un poco la película "Percy Jackson & The Olympians: The Lightning Thief". Esto lo digo sin dosis alguna de ironía (la película, a pesar de Columbus, es bastante entretenida y recomendable para su público objetivo), y en el sentido que si bien los Olímpicos han cedido su lugar de preminencia en el culto popular, siguen presentes en la vida diaria de la humanidad y podrías tropezarte con ellos un día cualquiera, lo que resulta bastante interesante, sobre todo si de pronto nos enteramos de que tienen más presencia de la que podríamos haber imaginado.
En definitiva Wonder Woman por Azarello y Chiang es un cómic absolutamente respetable y disfrutable infinitamente superior a lo que sea que haya tenido planificado Straczynski antes de abandonar el bote, por lo que a pesar de la inmediatez del relanzamiento, a poco más de un año del mediático relanzamiento anterior, la reinterpretación se agradece... y mucho. Recomendada.
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